(ES DE «CARBURANDO» Y CONSTITUYE UN TESTIMONIO INVALORABLE DE LA BATALLA MÁS FEROZ EN SU LARGA TRAYECTORIA QUE SE ADJUDICÓ EL ÍDOLO DE RAMALLO Y QUE DESATÓ UN ENTUSIASMO DELIRANTE ENTRE LOS FANAS)
El TC argentino fue una experiencia inolvidable que por años regaló las más selectas emociones, tanto a los rajadores que eran sus protagonistas como a la gente enamorada de aquellos pioneros que eran la conjunción múltiple y vital del coraje y la aventura. El ejemplo máximo, durante décadas, fue la definición que dieron de la Vuelta de Santa Fe edición 1965 MARCOS CIANI y los hermanos DANTE Y TORCUATO EMILIOZZI. Ganó el chivista de Arrecifes por apenas un metro, bajo la bandera a cuadros, sobre la histórica «GALERA», en una definición para el infarto (Consultar el presente Blog en su edición del 14 de febrero de 2020, nota titulada «La Increíble Batalla por un Metro entre Ciani y los hermanos Emiliozzi»).
Pasó el tiempo, llegó el TC COMPETICIÓN que extendió su acta de defunción al histórico TC. El dominador absoluto fue JUAN MARÍA TRAVERSO, el ídolo de Ramallo que tenía en su poder un arma invencible: el RENAULT FUEGO 2000, con el que consumó una hazaña sin precedentes, con toda probabilidad, incluso, en el automovilismo mundial: la de haber cruzado bajo la bandera a cuadros con su máquina envuelta en llamas, a un paso de la explosión, con una ventaja de pocos centímetros sobre su adversario, SILVIO OTRA, que en las cinco vueltas finales había hecho de todo, inclusive más, para superarlo. Sin lograrlo.
He aquí el video de «CARBURANDO», un testimonio de monumental valor histórico, rescatado cuando, a principios de este mes de mayo 2024, TRAVERSO emprendió el vuelo del que no se retorna. Mírelo y emociónese, como yo cada vez que lo pongo delante de mis ojos. Incluye todo el coraje, el amor propio, la capacidad conductiva, la vocación por el sufrimiento de un personaje GIGANTESCO, inmortalizado en los instantes finales, antes que el fuego devorase su auto, convirtiéndolo en una fogata que para TRAVERSO habría sido mortal, de haberse producido instantes antes.
Es un video estupendo, conmovedor, pues dejó para la Historia grande la hazaña de un personaje ÚNICO,
considerado sin discusiones como el HÉROE MAYOR del automovilismo rutero argentino
Va a continuación el registro de una entrevista que TRAVERSO concedió a TyC SPORTS y que es el mejor testimonio personal de aquella hazaña sin precedentes en General Roca, como puede verse en el Video aquí rescatado, Es un episodio que, por emocionante, ha entrado en la HISTORIA GRANDE del automovilismo argentino.
– Cuando empecé a correr en el equipo oficial Renault, con la asistencia de Oreste Berta, era prácticamente imbatible. Pero con la Cupé Fuego, parecía joda, gané en General Roca atravesando la meta con el auto en llamas. Siempre tuve la convicción de que, para correr entre nosotros el piloto tenía que saber de mecánica, porque si en un Gran Premio, o en una Vuelta, si se rompía algo tenías que arreglarlo, solo o con tu acompañante, o limitar hasta lo posible el daño.. Lo que pasó en Roca lo confirma.
– En 1988, en aquel trazado, el fuego se había prendido del lado en que estaba el lubricante. Perdía una manguera y el aceite caía sobre los escapes, que estaban hirvientes al máximo. Cuando más aceleraba, más se prendían fuego. Si no pasaba nada para el lado de los carburadores y de los caños de escape, mi experiencia me decía que el peligro era relativo…
– Pero pasaba que SILVIO OTRA, (NDR: también piloto Renault) corría detrás mío, con la trompa casi debajo de dónde el Renault llevaba la baulera. Yo a mi auto lo puteaba con todas las ganas, le decía: «Sos un hijo de puta, justo ahora que faltan cinco vueltas para llegar venís a prenderte fuego». Tenía una bronca bárbara…
– Aún así, furioso como estaba, tomé todas las precauciones. Me saqué los cinturones. Abrí la ventanilla de mi lado para que entrase aire, porque en la cabina había un humo que casi impedía casi respirar. Localicé dónde estaban los bomberos, por las dudas. Y me dije: «Bueno, si esto se complica paro y chau pinela». Tuve suerte. El motor se quedó sin una gota de aceite en la última vuelta, casi encima de la llegada, a tal punto que cuando me bajaron la bandera a cuadros, con el último y postrer empujón, explotó .
– Había ganado por no más de 30 centímetros. Entonces lo saqué del trazado y lo paré a un costado, en una especie de potrero, y vi que corriendo se me venía encima un montón de gente. Me serené, dejé que me levantaran en andas y empezó el mayor festejo del que tenga memoria…
PUNTO FINAL PARA UN IDOLO GIGANTESCO
Fue el 5 de agosto de 2005, en Olavarría. Hacía un frío polar. Ese día se correría la VUELTA DE OLAVARRÍA, en el circuito dedicado a los Hermanos Emiliozzi. TRAVERSO estaba tomando mate en su motorhome con su amigo Miguel Angel «Toto» Echegaray. Contaría el FLACO: «Fui a ponerme el buzo paa correr y, en diez segundos, hubo un «clic» en mi cerebro y se me pasaron por la cabeza, todos juntos, los 35 años que me había pasado corriendo. Entonces me dije: «CHAU, SE TERMINÓ, NO CORRO MÁS». Toto Echegaray, que me conocía bien, me preguntó si me había peleado con alguien y le contesté: «No, para nada, pasa que se me fueron las ganas».
Telón para la carrera del más grande corredor que produjo el automovilismo argentino. En el próximo mes de agosto se cumplirán 19 años de ese 5 de agosto, que le bajó la bandera a cuadros a un IDOLO TOTAL.
BRUNO PASSARELLI
Fútbol, Fierros y Tango 