«EL GRÁFICO» SE ADELANTÓ MEDIO SIGLO A LA «INTELIGENCIA ARTIFICIAL» QUE HOY ESTÁ DE MODA Y QUE, JUNTO A OTRAS COSAS, CREA PROGRAMAS CAPACES DE GENERAR ESCENAS TRIDIMENSIONALES A PARTIR DE SIMPLES FOTOGRAFÍAS

(VER PARA CREER: ANDREA GIONTELLA, RESPONSABLE ARTÍSTICO DEL BLOG, ENCONTRÓ EN LA DOBLE TAPA DE «EL MUNDO MARAVILLOSO DEL AUTO», EDITADO EN 1975 CON LA FERRARI 312T2 DE NIKI LAUDA COMO MODELO, UNA ANTICIPACIÓN DE LA NUEVA TECNOLOGÍA QUE HA REVOLUCIONADO AL MUNDO DE LA FOTOGRAFÍA Y QUE ES ACUSADA DE COMPROMETER LA AUTENTICIDAD DE DICHO ARTE)

De a poco, he ido redimensionando mi biblioteca personal, rebosante de ejemplares antiguos de los principales magazines mundiales especializados en deportes, no pocos de ellos supérstites hasta hoy. Y el principal destinatario de esa «limpieza» fue mi colaborador y amigo, ANDREA GIONTELLA, ávido lector y admirador, entre otros, de la Revista EL GRÁFICO en su época más gloriosa, o sea las tres últimas décadas del siglo pasado

Andrea Giontella y un Descubrimiento Histórico: la Tapa Futurista de «El Maravilloso Mundo Del Auto»

Fue él, ANDREA, quien descubrió en su biblioteca personal un ejemplar de «EL MARAVILLOSO MUNDO DEL AUTO», dedicado virtualmente al Mundial de Fórmula 1 del año 1974 y al inicio del siguiente que inauguró, con toda probabilidad, el período más apasionante de la Fórmula 1. Fue con la disputa en Watkins Glen del GRAN PREMIO DE ESTADOS UNIDOS, que había cerrado un campeonato en el que -son palabras del jefe redactor Carlos Marcelo Thiery- «Ferrari se suicidó míseramente», con un supuesto sabotaje a CLAY REGAZZONI.
El piloto suizo había caído en desgracia con el anciano «Commendatore», quien lo había escrachado ácidamente, al definirlo «vividor, bailarín, galán, futbolista, tenista y, en su tiempo libre, corredor de autos». Estaba dispuesto a esperar 1975 para que el joven y prometedor NIKI LAUDA, con el apoyo del DT Luca Cordero di Montezemolo, se consagrase campeón.
En la tapa y en la contratapa aparecen dos fotografías dignas de ser predecesoras, medio siglo atrás, de algo que se parece mucho a la «INTELIGENCIA ARTIFICIAL» aplicada a dicho arte.. Ambas reproducían tridimensionalmente el monoposto FERRARI T2 de 1975. En la tapa, enfocado frontalmente, aparece el auto de Lauda, en una visión triple y futurista, estampados su casco color gris y el ya mundialmente famoso número 12 que Niki usaba y que después sería heredado por Carlos Reuteman.

Contratapa de «El Grafico» con la chimenea entonces de moda

En la contratapa, de brilloso cartón, lucía en un espectacular primer plano, también tridimensionada, la voluminosa y revolucionaria toma de aire tipo chimenea ubicada a espaldas del piloto y destinada en aquella época a hacer respirar mejor al motor boxer de 12 cilindros, ubicado transversalmente.
Aquella edición extraordinaria, con las novedades técnicas expuestas en el auto que daría ese año el título a Niki, estuvo en los kioscos argentinos en la penúltima semana de enero, o sea diez días después del Gran Premio de Argentina que había ganado EMERSON FITTIPALDI. Nunca mejor fecha la elegida por Carlos Fontanarrosa, Director Editorial de la revista, para salir a la venta con aquel ejemplar del que era, a todas luces, ese «EL GRÁFICO» DE LUJO, pues el mundo fierrero, sensibilizado, no se explicaba por qué CLAY REGAZZONI, cuando en Watkins Glenn le habría bastado un cuarto puesto, debió abandonar por nunca bien identificados problemas de motor. Y el campeón fue FITTIPALDI, a quien le bastó su cuarto puesto para clasificarse campeón con su McLaren.
Quienes en los kioscos se pusieron con los 250 pesos necesarios para comprarlo, que era una respetuosa inversión para bolsillos semivacíos, no podían imaginar siquiera que medio siglo más tarde aquella doble tapa iluminada por el color rojo sería interpretada como un paso de avanzada hacia la hoy publicitada y revolucionaria «INTELIGENCIA ARTIFICIAL».

NOTA DEL EDITOR
Obra en mi poder la lista de colegas que en aquella época integraban el plantel de fotógrafos de «EL GRÁFICO», algunos de los cuáles he estimado muy particularmente. Pero como desconozo quienes fueron los que participaron en la edición tridimensional de aquella revolucionaria tapa, no cito a nadie. Pero no puedo dejar de recordar al Jefe de Arte, el gordo José Pastorelli, quien sería años más tarde despedido brutalmente, en un inútil gesto autoritario del dueño. El misjmo que, años después, se definiría a sí mismo como un «apasionado defensor» del declamado y funesto «CAPITAL HUMANO».

BRUNO PASSARELLI

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EL RINCÓN DE JULIÁN CENTEYA

«MÁQUINA DESCOMPUESTA»

Julián solía contar historias de FAUSTÍN, un
cafiolo amigo suyo, cuya mina trabajaba en
el quilombo de Mataderos. Pero un día la
muchacha, harta de aquella vida, entró en
depresión. No quería saber más nada. Se
pasaba el día tirada en la catrera, mirando
el cielorraso. Hasta que la meretriz del
prostíbulo se cansó y le contó el caso a
Faustín, quien tras asumirlo le contestó:
«Te lo arreglo en dos patadas». Cazó un
teléfono y lo llamó al LOCO PAPA, que
regenteaba el bolonqui del Bajo Flores,
pero éste le pidió silencio. Ya entonces
los reos temían que los teléfonos
estuviesen pinchados. Y le ordenó:
«Enviáme información en clave».
Entonces Faustín se fue a la oficina de
correo más cercana y le transmitió un
telegrama con el siguiente texto:
«MÁQUINA DESCOMPUESTA.
MANDAR URGENTE MECÁNICO»

BRUNO PASSARELLI

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